Cuántas lágrimas, derroché
por tu querer,
¡qué insensatez!
No quise ver…
que tu desamor
me abandonó,
injusto fue
y me ayudó
en su dolor.
Y ahora puedo al fin
sin duda admitir
que sin ti, estoy más feliz.
No vuelvas jamás,
ya no hay sitio aquí,
todo encaja para mí.
Este despertar
de mi libertad
me hizo descubrir,
y ¡qué suerte así!,
mi absoluto bienestar.
Tu oportunidad
se desvaneció.
Tú me perdiste
y me hallé yo.
Tarde descubrí
y me sorprendió
que sin ti, estoy más feliz.
No amanece gris,
vuelvo a sonreír,
todo encaja para mí.
Este despertar
de mi libertad
me hizo descubrir,
y ¡qué suerte así!,
mi absoluto bienestar.
Tu oportunidad
se desvaneció.
Tú me perdiste
y me hallé yo.